


En el combate Process Builder vs. Flow, este último se alza ganador gracias a la automatización de procesos complejos sin tener que escribir una sola línea de código. Esta herramienta se ha convertido ya en la favorita de muchos por todas las ventajas que ofrece. Sin embargo, aquellos que se resisten a probarla no les quedará más remedio que hacerlo a partir de 2023 cuando Process Builder, junto con los tradicionales Workflows, dejarán de actualizarse.
A continuación, te contamos los cambios que se avecinan, por qué y cómo adaptarte a ellos de la mejor manera posible.
Para entender qué está pasando con Process Builder y Flow hay que remontarse a unos años atrás cuando Salesforce, con el objetivo de automatizar tareas y hacernos a todos la vida más fácil, creó los Workflows y, un tiempo después, los mejoró con Process Builder. Esta transición te la contamos ya en nuestro blog en 2018.
Como ya sabrás, Process Builder es una herramienta de Salesforce que permite crear una serie de automatizaciones que se ejecutan cuando ocurre una acción determinada.
Lo que ocurre ahora es que la historia se repite de nuevo. Tras identificar ciertas problemáticas y no cumplir las expectativas de los usuarios, la empresa de CRM americana ha decidido sustituir Process Builder por Flow.
¿Esto quiere decir que Process Builder vaya a desaparecer? En teoría, no. La herramienta seguirá estando activa pero a partir de 2023 no se introducirán nuevas funcionalidades, no se podrán crear nuevos automatismos ni tampoco habrá mejoras de seguridad. Por lo tanto, a efectos prácticos, es como si estuviera desactivada.
Así que comienza la cuenta atrás: todas las compañías que mantienen la construcción de sus automatismos sobre Workflows y Process Builder tienen la misión de pasarlos a Flow antes de 2023.
Flow es muy parecido a Process Builder pero mejor en prácticamente todo ya que ofrece opciones y configuraciones mucho más interesantes.
Se puede resumir en que es una aplicación que permite automatizar procesos complejos y favorecen la programación declarativa (sin código). Lo que implica, por ejemplo, multiplicar por ocho la velocidad de desarrollo gracias a esta herramienta frente a un desarrollo tradicional sobre Lightning Web Components y Apex. También ayuda a los administradores de Salesforce a completar tareas de forma más eficiente, en menos tiempo y con más precisión.
Con Flow se pueden crear múltiples flujos de forma sencilla y sustituir, por complejo que fuera, lo que se hacía a través de Workflows o Process Builder. Por lo tanto, no estamos lejos del momento en el que Flow sea la única herramienta que utilizarán los administradores de Salesforce para automatizar todos los procesos.
Para actualizar los automatismos y transitar hacia el modelo Flow, hay dos opciones:
Existen herramientas de Salesforce que permiten hacer una migración automática a Flow. Sin embargo, esta opción presenta algunos problemas:
Por lo tanto, creemos que la herramienta de migración automática no es óptima de cara a la fecha límite de uso de Workflows y Process Builder de 2023.
Hacer la transición manual a Flow ofrece interesantes ventajas:
Además, al hacer la migración manual, nos podemos asegurar de que creamos una estrategia de automatismos coherente y centrada en una única plataforma. Es importante centralizarlo ya que, de lo contrario, si utilizamos varias soluciones, podemos encontrarnos con incompatibilidades que impidan que se desencaden los eventos creados.
Si no estás seguro de cómo hacerlo o por dónde empezar tu transición a Flow, en LeadClic podemos ayudarte. Te damos tres razones: